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Elizabeth Bergallo

-1970-

Elizabeth Bergallo es escritora, magister en antropología social, con posgrado en gestión cultural y comunicación, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), especializada en literatura argentina y latinoamericana (de la Fundación Mempo Giardinelli). Docente universitaria e investigadora, publicó numerosos trabajos en su campo. Ha publicado poesía, narraciones, ensayos y notas periodísticas. Entre otros premios, obtuvo el II Premio en Poesía del 3º Concurso Literario Internacional bilingüe di TraccePerLaMeta (Italia, 2017). Obtuvo el Premio Veiravé de Poesía con Tierra sin Mal y Crónicas Nómades (2008). Publicó el poemario La Pasión (2016) e integró varias antologías. Autora de Cruces de Ingra y otras Narraciones (2009). Saberes Prohibidos, es una trilogía poética que reúne tres títulos de Elizabeth Bergallo: Tierra sin mal; Crónicas nómades, y, La pasión, entre las cuales hay una unidad de sentido que es lo que da el título a la antología.

Esta es una muestra de sus poemas:

Gente del agua

            “El humo del Gran Fuego que destruyó el mundo
            y de todos los fuegos que arden sobre la tierra
            forman las nubes”

            Mito Qom

Cuando las estrellas bajan por las noches
a temblar entre las hojas que copulan
con el río la gente de agua ve sólo caminos de agua

los caminos de agua llevan los ojos cerrados
pero luego se dan cuenta

el río de noche tiene grietas
por donde pasan
estos seres que también son de otros mundos

cuando el río se mueve
es la cabellera de una mujer en celo
hay también guardianes que sostienen
la lluvia y quien abre la puerta para que caiga el agua
sobre el mundo

de noche el río es ciego

la lluvia, dicen, puede ser una mujer
que llora
pero las gotas que caen pesadas al río
pueden volver a sus ojos con el fuego

la sed de la tierra y la mujer que llora
se parecen

Osãsero llamaban los chamacocos a los
pájaros oscuros de la lluvia

en el río el tiempo se vuelve un torrente y
los pájaros del agua confunden sus nidos y
se quedan en los ojos de la gente que esperan

a veces veo un viajero a caballo cruzando
el cielo con un poncho rojo y flecos de lluvia y
río

el ritual del agua es ronda de fuego 
y en sus orillas quedan historias secretas 
como brisas cálidas y quietas

eso que queda fuera de la memoria
a veces es bruma y se mezclan los rostros y las
horas en el murmullo del alma
que fluye

los ríos son los dedos de la luna
que acarician el cuerpo de la tierra, también
son heridas

la vida es una yica dicen ellas
y cualquier hilo que arranca
el mercado con sus garras
puede quebrar la delicada trama

un poema es una lágrima de luna
templada
en la risa de la gente del agua.

La huella

               “La huella de la mariposa 
               no se ve / la huella de la mariposa no se borra…”

               Mahmud Darwish

Como una canción que se conforma 
plagiando a las sombras.

La vibración de una cuerda es un tatuaje 
un aleteo 
un silbido 
un rugido 
es la tierra que se piensa 
espasmos de la memoria, 
una fuerza inmensa.

Es la sed un gesto que afila el deseo 
lunares de luna, brotes de palabras 
saetas lanzadas a lo virtual 
que impactan en lo real.

En los círculos de vidas hay huellas intocadas 
que se derraman a veces 
en un pronunciamiento, 
vapores guardados en calderos 
que vuelven del reino de los cielos.

El día se apaga y se encienden luciérnagas 
machetes invisibles abriendo picadas 
movimientos en la historia 
de poderosas palabras susurradas.